COMPRESAS FRÍAS. Las compresas frías se aplican sobre la parte afectada, usando telas suaves y absorbentes como el algodón. También se puede usar una toalla. Son muy útiles en traumas abiertos o cerrados. La tela debe estar completamente limpia y esterilizada con calor; luego se vierte el líquido proveniente de una infusión o cocimiento que previamente se ha preparado y enfriado. La compresa se deja sobre la parte afectada hasta que se caliente por la temperatura del cuerpo, entre 15 y 20 minutos. Repita las aplicaciones con nuevas compresas frías, y continúe hasta lograr el alivio deseado.